miércoles, 22 de diciembre de 2010

CON TAN SOLO UNA MIRADA


Estoy sentada en la Plaza Belgrano, frente del monumento, y esta tan lindo el día!!!!!

Corre una brisa fresquita, de rato en rato quiere salir el sol y se asoman rayitos que se cuelan entre los árboles, (suspiro hondo) y no se porque.

De repente me doy cuenta que no estoy sola, miro hacia delante y veo unos manifestantes que están frente de la Casa de Gobierno con carpas y bombos cantando, mientras las palomas se asustan por tanto ruido y se acercan a mi mientras les tiro unas miguitas de los biscochitos que acabo de comprarme. 

Miro hacia el otro costado y veo la Secretaria de Turismo cubierta con una gran pancarta que tapa toda su puerta anunciando que los trabajadores del Teatro Mitre están de paro. 

De repente siento gritos de niños, me doy la vuelta y son tres chicos que juegan a que están adorando al niñito de Dios que pronto vendrá frente del Pesebre “Estrella Azul”  que siempre arma la Policía de la Provincia y que esta vez lo realizo sobre la Plaza …

Creo que voy entendiendo ese suspiro que di al comienzo, pude parar un rato y sentarme a tomar un minuto de descanso y pude por fin ver que pasaba en todo mi alrededor, pude ver todas esas realidades que me rodean todos los días y que a veces uno con el correr del día no se da cuenta, pasan tantas cosas que no nos ponemos a ver, ¿que gracioso no? Vemos pero no vemos. Eso también pude percibir mientras una paloma ya no tan tímida se acercaba casi subiéndose a mi pie pidiéndome mas miguitas de pan, vi como las personas pasaban frente a todos sin mirarse sin percibir que había personas reclamando ser oídas y vistas ya sea mediante una protesta o por un cartel enorme, niños que jugaban frente a un pesebre estando en su mundo de felicidad.

Respire hondo de nuevo,  mire al fotógrafo que siempre esta en la plaza y le sonreí, ¡las cosas que el debe ver todos los días! y yo solo las vi al parar un segundo de mi tiempo.

Las palomas que me rodeaban ahora salen volando hacia otras personas que también están tomando unos ricos mates y presurosas van a ver si consiguen más miguitas por ahí.

Me levanto y me dirijo a tomar el colectivo a un costado de la Casa de Gobierno sin antes despedirme de cada uno con tal solo una mirada y solo pedir que ante la llegada del Niñito Dios todas estas personas sean vistas, los que juegan felices, los que reclaman ser oídos y por todos nosotros que podamos vernos y oírnos siempre.

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